Conversación con Manu Halligan: El rostro como lienzo en la ópera contemporánea
En esta enriquecedora conversación, Manu Halligan nos abrió las puertas a su universo creativo en el diseño escénico para ópera, compartiendo su experiencia junto al legendario director Robert Wilson. Desde el inicio, subrayó cómo el rostro es su lienzo principal, y cómo trabaja con la organicidad de cada cara para construir imágenes potentes y expresivas. En sus palabras, cada maquillaje es un cuadro, y la caracterización no se limita al trazo, sino que también se dibuja con la luz, las sombras y el movimiento escénico.
Halligan reivindica un diseño que no impone, sino que emerge de la forma natural del intérprete. A través del maquillaje, no solo transforma al personaje, sino que también genera un distanciamiento estético que permite trabajar desde la estilización y la plasticidad. El resultado es una poética visual coherente con los códigos teatrales propuestos por Wilson.
Respecto a la diferencia entre maquillaje para teatro y cine, Halligan destacó cómo la luz lo cambia todo: mientras que el cine captura cada detalle con luz natural, el teatro trabaja con luces artificiales que exigen otras soluciones técnicas y estéticas.
Como parte práctica, compartió su top 10 de productos imprescindibles y una bibliografía recomendada, entre la que destacan títulos clave como Making Faces, Face Forward, Fashions in Hair o Decorated Skin.
También relató el proceso creativo en el montaje de Moby Dick, donde tras múltiples pruebas y bocetos lograron encontrar la caracterización que condensaba la esencia visual de los personajes. Fue una demostración de su método: preciso, plástico y profundamente narrativo.
La charla concluyó con un emotivo homenaje al recientemente fallecido Bob Wilson, con quien trabajó estrechamente. Se leyeron palabras de afecto y admiración de sus compañeros, recordando su legado como una de las grandes figuras de la escena contemporánea.